Datos personales

sábado, 28 de diciembre de 2013

TERCERA EDAD

.

Las personas mayores tienen los mismos derechos que los adultos y jóvenes

Con frecuencia nos olvidamos de los derechos de las personas mayores. Los tienen porque son seres humanos, pero principalmente porque se los han ganado a través de la vida, ya que gracias a ellos, ahora nosotros somos quienes somos y estamos donde estamos.
Las personas mayores tienen por tanto mucho de lo que todavía nos falta nos adquirir, ya que la mayoría de nosotros, si así está destinado, en un tiempo ocuparemos su lugar y no nos gustaría ser menospreciados, ignorados o abandonados.
Si bien muchas de sus habilidades y capacidades se van limitando con la edad, la experiencia, los valores, conocimientos y enseñanzas que tienen para nosotros no tienen límites.
Gracias a la modificación del estilo de vida, a los avances médicos y científicos la población de personas mayores es cada vez más grande y aunque la mayoría de los sistemas laborales, suelen “jubilarlos” a los 65 años, todavía hay muchísimos que tienen mucho que dar, que aprender y que enseñar a los demás, es decir su productividad no termina con los años, simplemente cambia, a veces forzada la forma de manifestarla.
Mientras más activa, creativa, productiva y relacionada familiar y socialmente se encuentre una persona mayor, su salud integral estará en mejores condiciones, para lo más que se pueda sean independientes, solamente hay que darles la oportunidad.
La vejez, más que un asunto de edad, es de conciencia
Las personas mayores, sigen teniendo unos derechos fundamentales e innatos como personas.
Deben exigir que les sean respetados y denunciar cualquier situación contraria. 






Según la ONU, los mayores tienen derecho a vivir con dignidad, independendencia, autorealización, participación y los cuidados que necesiten.

Vivir con dignidad: acceso a una vida íntegra, de calidad, sin discriminación de ningún tipo y respeto a la integridad psíquica y física.
Con Independencia: nadie puede coaccionarnos a actuar en contra de nuestra voluntad, nisiquiera nuestros familiares ni amigos. Seguimos siendo personas adultas, con autonomía racional e ideas propias.
Seguridad y apoyo jurídico: protección contra toda forma de discriminación, derecho a un trato digno y apropiado, y que las instituciones velen por ello y actuen cuando fuese necesario. Tenemos derecho a denunciar cualquier hecho que afecte nuestra persona y nuestros derechos.
Autorealización: las instituciones deben brindarnos la oportunidad de adquirir conocimientos sea cual sea nuestra edad, y acceder con igualdad de oportunidades a un trabajo si deseamos.
Participación: tenemos derecho a seguir siendo tenidos en cuenta, en especial en las decisiones que nos afecten como asuntos familiares, etc.
Con los cuidados que necesites: derecho a las necesidades básicas como una vivienda digna, alimentos, servicios médicos, sanitarios, asistenciales, etc.
Multitud de asociaciones e instituciones velan por el cumplimiento de estos derechos básicos.
Si vives una situación diferente o conoces a alguien que la está pasando, necesitas denunciar esa situación. En el Teléfono de Atención al Ciudadano (060) o el Teléfono Dorado de Mensajeros de la Paz (900 22 22 23) te escuchan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario