La carta es una valiosa tarjeta de presentación. Por desgracia, otros la descuidan hasta el extremo, desdeñando la importancia de una carta bien hecha. En una época dominada por el teléfono y el correo electrónico, resulta difícil comprender la importancia intelectual, social, literaria de un papel que porta un mensaje escrito y que, por lo general, suele introducirse dentro de un sobre para proteger su contenido. La persona que envía la carta se conoce como remitente o emisor, mientras que quien la recibe se denomina destinatario o receptor. Lo habitual es incluir los datos y la dirección postal del destinatario en el anverso del sobre, mientras que la información del remitente aparecen en el reverso. De este modo, el servicio del correo postal puede identificar y entregar las cartas con mayor facilidad. medio de comunicación escrito por el cual dos personas (emisor y receptor) logran establecer un vínculo comunicacional. Existen cartas formales que se dirigen a autoridades públicas o privadas o a organismos estatales o privados, a comercios, empresas, etcétera, donde se guardan ciertos requisitos de estilo; y otras informales, destinadas a conocidos, amigos o parientes, donde se utiliza un lenguaje más vulgar y no protocolar.
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión”. Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En todas las regiones del mundo todavía hay muchas personas que son acosadas y encarceladas por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Y sin libertad de expresión, sin la capacidad para hacerse oír, es muy difícil defender los demás derechos humanos. ¡Entre todos podemos;no te quedes callado todos juntos podemos conseguirlo!
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